El pie cavo es una alteración estructural que hace que se pronuncie de forma exagerada el arco plantar. Es tener mucho puente.
Se observa una planta del pie con mucha bóveda que con el individuo de pie, en carga no disminuye, permanece el mediopie hueco sin contacto al suelo.
Se asocia a una tensión y acortamiento de la musculatura plantar del pie y posterior de la pierna. Suele dar problemas de dedos en garra, tendinitis aquilea, fascitis plantar, sobrecarga de gemelos y incluso reproposición del centro de gravedad.
El pie cavo provoca tensión muscular excesiva y rigidez de las articulaciones del pie. Suele ser un pie con gran capacidad para el salto, capacidad explosiva, pero con poca amortiguación.
El pie cavo debe acompañarse de una buena plantilla, capaz de ofrecer amortiguación y de relajar, sosteniéndo la musculatura plantar del pie. Ello lleva a una mayor elasticidad del tríceps y del tendón de Aquiles, evitando posibles lesiones.
Nuestros profesionales recomiendan no limitar la visión a una plantilla estándar, sino buscar un tratamiento personalizado, individual y a su vez multidisciplinar, holístico, incluyendo, si fuera necesario trabajo muscular selectivo, estiramientos, recolocación postural, fisioterápia… en el plan de tratamiento.
En nuestras clínicas buscamos el balance biomecánico y para ello realizamos un tratamiento global, basado en unas plantillas capaces de controlar el arco o puente del pie, mediante un estímulo externo.
Consideramos también importante el tipo de calzado que recomendamos sea con sistemas de amortiguación en el talón para realizar deporte, especialmente básquet.