Los callos, durezas, ojos de gallo, clavos ... son un engrosamineto excesivo de la piel, en un punto determinado, por causas mecánicas.
Pueden eliminarse temporalmente extrayéndolos con un bisturí, de forma totalmente indolora, porque sólo se extraen capas de piel "muerta" hasta llegar a la piel sana, sin dureza. Es importante que quede bien limpio.
Esta forma de tratarlos, sin embargo, no incide en la causa del problema y en la mayoría de los casos volverá a aparecer el callo.
Si queremos que no vuelva a salir debemos descubrir y tratar la causa que lo ha provocado:
Sólo cuando incidamos en estas causas evitaremos que el callo vuelva a salir.